27 septiembre 2022

Turismología o Turistología. La ciencia del Turismo.

 

Turismología o Turistología. La ciencia del Turismo.

Introducción

Muchas ramas de las ciencias humanas y sociales dedican tiempo de sus investigaciones al conocimiento del turismo, y los estudios del Grado de Turismo se nutren, académicamente, de estas investigaciones, pero actualmente, el turismo per se, ya tiene el suficiente conocimiento como para ser autónomo en sus investigaciones y publicaciones científicas, y utilizar estos resultados en la ejecución del servicio ofrecido en primera línea. El turismo, como hecho social, necesita de los estudios e investigaciones para su evolución, y no deben caer, estas publicaciones, en el olvido tras publicarse en las revistas especializadas, sino que las investigaciones turísticas deben ser difundidas para el enriquecimiento de la profesión y posterior aplicación en la ejecución de los servicios.

El desarrollo del turismo la ha marcado la evolución del usuario turístico, con el cambio de sus necesidades. Es a partir de este cambio de necesidades y la importancia adquirida por la sociedad, que otras disciplinas han ido tomando interés por especializarse, y en muchos casos han añadido una especialización dentro de sus propias disciplinas académicas.

Esto nos lleva a que la persona que realiza los estudios de Grado de Turismo ya no es sólo un técnico, obviamente, si no alguien que comprende el significa del turismo y que tiene las herramientas necesarias para profesionalizarse, tanto como científico, diseñador o ejecutor del servicio ofrecido en el destino

Estudios e investigaciones turísticas.

Más allá del debate sobre si el Turismo como carrera universitaria es ciencia, disciplina, difusión del conocimiento, análisis, identidad, categoría académica, y todo aquello que le queramos colgar junto a la palabra “turística”, hemos de tener en cuenta que el objetivo principal, de todo lo que envuelva al turismo, debe ser la satisfacción del huésped, comensal o visitante al poder disfrutar de su tiempo de ocio o del viaje de negocios tal y como se lo había imaginado.

Entiendo que la parte académica del turismo, aquella que formarán a futuros profesionales e investigadores turísticos, quieran dar prestigio y valor a los estudios y conocimientos propios del turismo, y donde otras áreas del conocimiento de diferentes ciencias han hallado un lugar para sus investigaciones. De hecho, los mayores investigadores y teóricos sobre el turismo están relacionados con alguna de las Ciencias Sociales (Geografía, Historia, Económica, Derecho, Sociología, Psicología, Políticas, Antropología etc.), pero también están involucrados estudiosos de las Ciencias Naturales (Físicas, Químicas, biológicas, etc. en temas más medioambiental, sostenible o de consumos de productos necesarios para el ocio) o también en la Ciencias Formales (estadística, matemáticas).

El turismo, y más concretamente el destino turístico, junto con todos sus servicios, es un gran laboratorio social donde, casi todas las ramas de las diferentes disciplinas científicas se alimentan para crear conocimiento desde su propio punto de vista. De hecho, todas las ciencias tienen como objetivo, en sus investigaciones, crear conocimiento para ayudar a que el Ser Humano tenga una vida mejor, por lo que las necesidades de este Ser Humano son tenidas en cuenta en muchas de las investigaciones publicadas diariamente en revistas especializadas.

De todas maneras, la vinculación de estas investigaciones con el turismo no es directa, pero son capaces de crear, involuntariamente, la necesidad del Ser Humano para adquirir conocimiento o simplemente curiosidad, y esto provoca el desplazamiento al lugar donde podrá satisfacer dicha necesidad, convirtiéndose en usuario turístico. Desde unas ruinas milenarias, hasta la creación de un parque natural, la bebida o comida con nuevas técnicas, un edificio emblemático, una cueva prehistórica, la puesta de huevos de una tortuga, unas ferias medievales, la construcción de la atracción más alta o vertiginosa del lugar, los restos de un parque de atracciones abandonado, o un accidente o una guerra… etc. Todas ellas están vinculadas a estudios realizados por diferentes disciplinas científicas y que, en algunos casos, su objetivo no es promover este desplazamiento de visitantes, sino un objetivo más directo a sus hipótesis de trabajo de investigación.

Pero el turismo de primera línea, aquel que disfruta el usuario turístico, debe evolucionar a la misma velocidad que evolucionan las necesidades de este usuario turístico, y esta evolución es muy rápida, por lo que la difusión de los resultados de las investigaciones llega tarde a la industria turística. Todas estas investigaciones y creación de conocimiento deberían pasar de la etapa científica a la académica y de la académica a la industria de servicio turístico lo más rápidamente posible. También es verdad que es necesaria la publicación de estas investigaciones en revistas especializadas, como filtro para que los estudios e investigaciones tengan cierta calidad, seriedad y credibilidad. Aunque esto ralentice la puesta en práctica de los resultados obtenidos.

 

Turismología, la ciencia turística como disciplina de las Ciencias Sociales

No hemos de olvidar, y de hecho habríamos de partir de esta base, que el turismo es una industria de servicio, que tiene su existencia en la relación de dos personas, una buscando satisfacer sus necesidades y otra intentando satisfacer dichas necesidades. El turismo está basado en la relación y comunicación de personas para personas

Antes de entrar en detalle veamos algunas definiciones para clarificar los términos Turismología, Turismólogo:

-          La RAE (Real Academia Española de la Lengua), todavía no tiene un vocablo que defina a la persona que dedica sus estudios o profesión al turismo. Tiene una en el “observatorio de palabras” que está generando dudas, y está pendiente de añadir, o no, al diccionario. Es la palabra Turismólogo/a y Turitólogo/a y se refiera a las dos como, “voz de creación reciente que se emplea en referencia a quienes estudian a los turistas o al turismo como fenómeno en toda su amplitud”.

Revisando la literatura publicada de diferentes definiciones sobre estos dos conceptos, podemos concretar que:

La Turismología pertenece a la ciencia social dedicada al estudio del turismo desde el punto holístico de su composición, que comprende su parte social, económica y espacial

o   Turismólogo es el experto turístico que ejerce, dentro del ámbito académico, como investigador y difusor de conocimiento en todos o parte de los aspectos relacionados al turismo (social, económico y espacial)

 

En los años 60 del siglo XX, el geógrafo yugoslavo Zivadin Jovicic empezó a preguntarse si las ciencias existentes eran capaces de comprender la magnitud del fenómeno turístico y focalizar todas sus dimensiones en una sola, ya que cada una de ellas (economía, geografía, sociología, etc.) era sólo una parte de esta magnitud. Él fue quien utilizó la Turismología como aglutinadora de los diferentes conocimientos sobre turismo, convirtiéndola en ciencia.

A partir de aquí se abre un sinfín de literatura, opiniones, debates, etc. sobre la conveniencia o no, de declarar al Turismo como ciencia, disciplina o rama de conocimiento. Estudiosos como Jean-Michel Hoerner (2000) en su obra "Traité de Tourismologie” que en 2005 amplió con su artículo « Encore un pas vers la Turismologie », o como la Dra. Margarita Barretto (2000) en su artículo “ En pro de las Ciencias Sociales aplicadas al Turismo”, o Jafar Jafari (2005) en su artículo “El turismo como disciplina Científica”, o María Ángeles Oviedo-Garcia (2016) con su artículo “Calidad de la Investigación Turística: revisión y evaluación de la interdisciplinariedad”, y otros muchos, han debatido y se continuará debatiendo sobre esta conveniencia de subir el Turismo como materia académica a los altares de las ciencias.

Jafar Jafari (2005) tiene claro que “el turismo está llamado a asumir un papel realmente interdisciplinar en el mundo académico, y el desarrollo de sus propias teorías y métodos serán tomadas por las mismas disciplinas que, con anterioridad, contribuyeron a la creación de sus bases científicas”.  Por otro lado, la Dra. Margarita Barretto diferencia el “Fenómeno Turístico” y el “Estudio del Fenómeno”. Coles (2005), por su parte, diferencia entre Turismo en mayúscula como el área de investigación académica, y el turismo en minúscula como el objeto de estudio.

La Turismología o Ciencia del Turismo debe crear conocimiento y debe elaborar sus propias teorías y metodologías, convirtiéndose en una disciplina científica transversal, donde el conocimiento sea compartido por todas las disciplinas científicas que se sientan involucradas en el estudio del Fenómeno Turístico. El Fenómeno Turístico es tan complicado, cambiante y heterogéneo que para la creación de conocimiento es necesaria la intervención aglutinadora del Turismólogo (en su parte académica) y el Tursitólogo (en su parte más práctica) que justifica este conocimiento turístico como disciplina científica. Su visión, la del Turismólogo, está abierta a todos los aspectos del Fenómeno Turístico, de manera holística, y no sólo focalizada en un solo aspecto. La valoración o utilidad de un trabajo o artículo científico puede ser muy diverso, dependiendo del interés del científico que lo interprete.  Por lo que podemos entender que la Turismología no es una ciencia exacta debido:

-          Primero, a la heterogeneidad de su composición.

-          Segundo, en su parte científica, por las diferentes disciplinas que pueden aportar conocimiento e interpretaciones.

-          Tercero, por su parte más popular, por la diversidad de usuarios que consumen la diversidad de servicios ofrecidos.

Ante estas tres premisas, se podría decir que estoy más cerca de Barretto (2000) en su discurso de que el turismo es algo concerniente a las Ciencias Sociales, sobre todo en la parte de conducta humana, tanto desde el punto del huésped, comensal o visitante como del prestador del servicio demandado. Las ciencias sociales permitirán, a las diferentes disciplinas, tener en cuenta las necesidades del consumidor turístico y fortalecerán las investigaciones científicas (Jafari, 2005) como herramientas de mejora de la industria turística.

También es cierto que la creación de disciplinas científicas implica poner fronteras entre la relación de diferentes maneras de estudiar el Fenómeno Turístico / Turismo y la transversalidad del conocimiento entre diferentes disciplinas o ciencias. Existe conocimiento más allá de la propia disciplina. Algunos autores como Coles (2005) o Toulmin (2001) ven como problemática la construcción de disciplinas, ya que pone fronteras a la transversalidad de conocimiento de los trabajos académicos. Por lo que, tal como dice Oviedo-García (2016), es importante conectar a diferentes investigadores de diferentes disciplinas entre sí para que la investigación turística evolucione hacia lo interdisciplinar, como un trabajo de colaboración.

No estoy en contra de que estudiosos de otras disciplinas den su opinión sobre la ejecución de los servicios en la industria del servicio turístico, siempre y cuando entiendan que su punto de vista es una parte de un todo que forma la industria del servicio turístico y que el objetivo principal del turismo es la satisfacción del huésped, comensal o visitante.

Hay que reconocer, también, que la turismología como ciencia o disciplina científica, otorgan prestigio al conocimiento turístico, no sólo en la parte académica del turismo, sino también en la parte más profesional del servicio turístico, desde al asesor turístico, pasando por la parte gerencial y descendiendo por todo el organigrama hasta llegar a sus bases, que son los que ejecutan el servicio y consiguen la satisfacción del huésped, comensal o visitante. Estas bases, que en muchas ocasiones son olvidadas como parte importante del servicio ejecutado por la industria turística.

 

La Turistología: de la disciplina científica a la ejecución del servicio turístico.

El turismo nació sin apenas saber que se creaba. Alguien descubrió un entorno o atractivo y vio que valía la pena viajar para verlo. La necesidad de aventura, o sencillamente el descanso, fue lo que siempre ha movido al Ser Humano a viajar. Por lo que podríamos decir que, el Turismo es el resultado de satisfacer la necesidad de las personas por conocer o experimentar situaciones que no son habituales en su día a día y que les ayuda desconectar.

Esta necesidad básica se ha ido completando con otras necesidades más específicas que han provocado la aparición de nuevos servicios, más especializados, para poder satisfacerlas, y que sus características principales están vinculadas al binomio del servicio de personas para personas (alojamientos, restaurantes, ocio, actividades, etc.).

El turismo se ha convertido en una industria muy compleja pero los principales actores continúan siendo el huésped, el comensal, el visitante y el destino como ejecutor de los diferentes servicios ofrecidos. La Turistología es quien, como un paraguas científico, aglutina y filtra las investigaciones realizadas, ahondando y profesionalizando dichas investigaciones hacia la mejora y entendimiento del Fenómeno Turístico. Vemos un par de definiciones:

-          La Turistología. Estudia a los usuarios turísticos (Visitantes, huéspedes y Comensales) en sus desplazamientos, motivaciones, espacios, necesidades, comportamientos, etc.

o   Turistólogo. Es el experto turístico que estudia, analiza e investiga al usuario turístico en todas sus acciones, necesidades, motivaciones y movimientos que realiza durante sus desplazamientos, tanto por ocio como por trabajo. Sus trabajos son rápidamente puestos a la práctica dentro de la industria turística siendo sinónimo de “Experto turístico en …” (Usuarios turísticos, Hostelería, Gastronomía, Destinación, etc.) pero siempre enfocado a la satisfacción final del usuario turístico por medio de los servicios turísticos que se le ofrecen.

Entonces podemos decir que la Turismología es la ciencia del conocimiento turístico y la Turistología es la práctica del conocimiento turístico, pero el tursitólogo, junto con la industria y el usuario turísticos deben provocar este conocimiento

Comentar, como dato adicional, que David Rendón (2013) escribió y definió sobre la Excursiología que: “es la rama de la turismología que estudia al visitante de día o excursionista (menos de 24 horas), sus distintas acciones de motivación, traslado y uso del espacio turístico”. A mi parecer, la Turistología ya da cabida al tema del visitante de un día, ya que muchos de los estudios y análisis son transversales entre Huésped, comensal y visitante.

El turistólogo deben permanecer atento a los cambios que suceden dentro del consumo turístico ya que, en algunas ocasiones, el cambio se realiza en cuestión de pocos meses, provocando una obsolescencia del servicio ofrecido. El tursitólogo debe tener la agilidad de adaptar la teórica creada por el turismólogo a la práctica diaria de la industria turística y adaptarla a la nueva realidad turística, interpretando dicha realidad. Es el experto que conceptualiza el saber científico, académico y popular en una herramienta útil para ser utilizada en primera línea de la industria del turismo.

Esta aportación de conocimiento permite, al turistólogo, elaborar sus propios estudios e investigaciones, convirtiendo el Turismo en una ciencia interdisciplinar, aportando nuevos conocimientos científicos y prácticos a la industria turística para la mejora de los servicios ofrecidos y la satisfacción de sus consumidores. Por lo que, el turistólogo, tiene (o debería tener) una visión más práctica del turismo y, en particular, del servicio de primera línea.

Por desgracia, estas aportaciones de los turismólogos y turistólogos nutren más a lo científico y académico que a lo práctico e inmediato, como dice Jafari (2005) “a la industria turística le cuesta utilizar los estudios e investigaciones para la mejora de sus servicios” y es verdad, la industria turística está demostrando más interés por la parte económica de subsistencia, que por la parte holística del turismo (necesidades, experiencias, profesionalidad, etc.). Y esto es debido a la liberación o relajación de las exigencias profesionales en todos los ámbitos de servicios turísticos, y también en la formación académica de los futuros profesionales en Turismo, tanto en su parte gerencial como en su parte de primera línea del servicio ofrecido y ejecutado, donde se prima la economía a lo propiamente del fenómeno Turístico.

La formación académica de los nuevos turistólogos, expertos en destinos y empresas turísticas, debería fomentar el uso de trabajos turísticos-científicos para la mejora continua de sus servicios. La turismología debería proporcionar estos estudios, en su parte más práctica, a estos futuros turistólogos para ayudarles en su formación y reciclaje y para la mejora de los servicios que ofrecen.

Siguiendo a Mendoza, Rendón y Linzán (2019), en su artículo “El turismo como objeto de estudio y campo de actuación profesional: Un tema de identidad” el turistólogo deben tener en cuenta que el turismo está constituido en cinco niveles de análisis y aproximación: El Hecho, la Actividad, el Proceso, el Sistema y el Fenómeno. Estos cinco niveles involucran a toda actividad o servicio turístico, y no turístico, de un destino. Estas autoras definen cada uno de estos niveles como:

-          Hecho: La existencia u ocurrencia de algo, que se puede verificar mediante medición y comprobación empírica.

-          Actividad: Es la capacidad de obrar o de producir un efecto, con aquellas acciones u actuaciones que desarrolla un ente de manera habitual y/o cotidiana en la producción o consumo de las actividades del turismo

-          Proceso: Es aquel efecto que empieza cuando ciertos individuos debidamente motivados se interesan por conocer y visitar unos atractivos, naturales y/o culturales, fuera de su lugar de residencia habitual.

-          Sistema: Es el conjunto de elementos relacionados entre sí, cuya finalidad es alcanzar un objetivo determinado previamente.

-          Fenómeno: Es la generación de una serie de fuerzas, tensiones, tendencias, encuentros y desencuentros que inciden dentro de ámbitos políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales, configurando el Fenómeno Turístico.

La relación existente entre la turistología con la industria turística debe ser de colaboración, ya que el destino turístico, que es su laboratorio, permite estudios y prácticas in situ, buscando resultados, casi inmediatos, a cambios en las necesidades de los usuarios. Lo científico no tiene sentido sino se lleva a la práctica y ésta debe ser la función del turistólogo, además de la investigación y análisis de la realidad concreta de la que nos hablaban las autoras Mendoza, Rendón y Linzán (2019).

La innovación y posterior gestión en el ámbito turístico son reacciones a las necesidades provocadas por los usuarios turísticos.

La Turistólogo o el arte de ser experto en turismo.

Pero ¿en qué momento se convierte una disciplina científica en arte? Quizás, denominar arte a la ejecución de un servicio turístico basado en estudios científicos cuyo objetivo principal es satisfacer y contentar a los huéspedes, comensales y visitantes es un poco pretencioso. Con el añadido de que dicho servicio no corresponde a la entrega de ningún producto tangible, sino el disfrute de algo intangible y que sólo da derecho a llevarse el recuerdo de haberlo experimentado y que sólo quedará la experiencia vivida.

Arte es el capacidad y habilidad para hacer algo, utilizando un conjunto de preceptos y reglas que son necesarios para hacerlo correctamente. Esta definición de la RAE deja claro que la ejecución de un servicio turístico está rozando el arte, ya que todos los servicios turísticos tienen sus reglas, sus protocolos y sus normas. El servicio de mesa, la elaboración de un plato, hacer una cama o limpiar un baño, abrir una botella de vino, atender a un huésped, informar a un visitante…, todos tienen sus procedimientos de realizar el trabajo. Saltarse las reglas, los protocolos y las normas dará como resultado un servicio mediocre y poco profesional, incapaz de conseguir el objetivo principal que es la satisfacción del huésped, comensal o visitante.

La principal habilidad de un turistólogo y de los profesionales que le rodean es comprender que el turismo no está compuesto por números, sino que son personas que eligen un destino o una empresa turística en concreto para realizar su sueño y nosotros somos los encargados de convertir el sueño en realidad. Para alguien que no tenga vocación de turistólogo, esta afirmación, le puede parecer muy empalagosa o fuera de lugar o de otras épocas, pero la gestión de las necesidades del usuario turístico, la gestión de la hospitalidad o el culto al huésped, lo que en japones llaman Omotenashi, es la principal habilidad de un turistólogo y de todos sus profesionales turísticos.

Entonces, el turistólogo debe tener la seguridad de que las personas que ejecutaran los servicios que ha diseñado (fruto de sus estudios, investigaciones y análisis), deben ser verdaderos profesionales, capaces de seguir los procedimientos del servicio y ejecutar el servicio con el objetivo de satisfacer el visitante, huésped o comensal en tiempo real.

La formación académica del turistólogo debe abarcar el conocimiento y la comprensión de las partes intangibles del Fenómeno Turismo, que no son otras que la empatía o el trato con los usuarios turísticos, la fiabilidad del servicio o tener claro qué se hace y cómo se hace (ofrecer) y qué recibe y cómo recibe el servicio (ejecutar), y la profesionalidad compuesta por la responsabilidad, moralidad y ética tanto de los gestores como de los ejecutores del servicio. Una vez adquirido el conocimiento turístico, la comprensión del turismo y los servicios ofrecidos por las empresas, podrá empezar la formación en las demás herramientas necesarias para la gestión y difusión del Turismo (contabilidad, economía, marketing, TIC, etc.) que ayudarán a que esta relación entre el turistólogo y el usuario turístico sea más fluida. De nada sirve ser un gran contable, un gran vendedor, un gran programador informático, un gran investigador, sino se entiende bien el concepto de Omotenashi o el servicio de “personas para personas”.

Un turistólogo como experto en las ciencias turísticas y en las habilidades necesarias para su gestión y difusión, debe tener el foco de sus acciones, tanto investigadoras como ejecutoras del servicio, a los usuarios turísticos, ya que si no es capaz de satisfacerlos no tiene sentido su aportación a la industria turística.

La turistología es una disciplina científica con un intenso contacto con sus usuarios, y este contacto de “personas para personas” obliga a que todo el servicio diseñado se realice correctamente a la primera, no existen segundas oportunidades. Esta disciplina científica, aun no siendo una ciencia exacta, no puede permitir que sus resultados no sean los esperados. No puede basarse en el concepto del método prueba-error, no hay margen para ello, ya que ello comportaría que un huésped, comensal o visitante hubiera perdido su oportunidad única de convertir su sueño en realidad.


Sus estudios y análisis han de aportar conclusiones y resultados a su especialidad turística y siempre localizadas en el contexto de las diferentes etapas del viaje y necesidades del usuario. Para ello debe saber utilizar y dominar tres tipos de herramientas: las científicas de análisis, la de experto de gestión y las profesionales de ejecución. El turistólogo no debe dedicarse solamente a la venta y distribución del servicio turístico, sino que ha de convertirse en un “Creador de Interés Turístico” que sea capaz de posicionarlo en el mercado adecuado, en el momento adecuado y al precio adecuado. El interés turístico es la acción, la venta y la distribución es la herramienta utilizada para dar a conocer la acción. La creación de interés turístico consiste en crear contenido interesante para la futura experiencia del usuario y debe saber comunicar todos los servicios que forman parte de este contenido. Pero la creación de interés turístico no se consigue sin el conocimiento y comprensión del Fenómeno Turístico, adaptándolo al destino o a la empresa turística en el que se está trabajando, sobre todo en la parte intangible de este Fenómeno Turístico.

Al turistólogo se le plantean dos dudas en el momento de crear un interés turístico. ¿En qué tiene que pensar primero, en el usuario turístico que está en el mercado o en el potencial de los servicios ejecutados en el destino? Captar al usuario turístico, adaptando el destino turístico sólo a las necesidades del usuario, significa basar gran parte del interés turístico en el precio, lo que denota una falta de otro motivador turístico que puede provocar el desplazamiento del huésped, comensal o visitante. Por el contrario, el turistólogo debe saber encontrar el potencial del destino y poner en valor la capacidad de ejecución de los diferentes servicios ofrecidos, uniéndolos en un solo interés turístico y, a su vez, saber colocarlo en el mercado adecuado y especializado en busca del usuario que conozca, valore y entienda el servicio que se le ofrece. Sin olvidar que el precio es una de las muchas variables que motivan el movimiento turístico.

Conclusiones

El Turismo es un Fenómeno que se ha creado, involuntariamente, gracias a las necesidades de los visitantes, huéspedes y comensales al visitar el destino elegido y a la consumición de los diferentes servicios ofrecidos. Este desplazamiento ha surgido por el interés turístico sobre el atractivo turístico y los servicios ofrecidos en todas las etapas del viaje.

Esta necesidad de desplazamiento en momentos de ocio o trabajo, por parte del usuario turístico, forman parte del Fenómeno Turístico. El usuario turístico junto con el atractivo turístico son la columna en la que se sustenta el Turismo. A partir de aquí la Turistología estudia y analiza todos los servicios ofrecidos en diferentes etapas del viaje en que interviene el usuario turístico y sus necesidades. Llegado este momento, el turistólogo se convertirse en un “experto de un servicio en concreto” al especializarse en una de estas etapas y profundizar en uno o varios de los servicios ofrecidos por el destino. El turistólogo crea el interés turístico por un destino teniendo como base el servicio ofrecido por el destino y las necesidades actuales del usuario turístico.

Por otro lado, la Turismología es la parte científica/académica, que analiza y teoriza sobre todos los aspectos del Fenómeno Turístico. Podemos decir que el turismólogo es el turistólogo que se ha especializado en la investigación del Fenómeno Turístico en todas sus facetas. Sus investigaciones nutren a la parte académica del Turismo.

Todos los cambios dentro del Fenómeno Turístico, sus investigaciones, sus innovaciones y posterior gestión en el ámbito turístico, son causados por reacciones a las necesidades provocadas por los usuarios turísticos (huéspedes, comensales o visitantes). Por lo que podemos afirmar que el Turismo puede ser considerada una disciplina de las Ciencias Sociales y la Turismología es la ciencia del conocimiento turístico y la Turistología es la práctica del conocimiento turístico, pero el tursitólogo, junto con el usuario turístico y los servicios ofrecidos debe provocar este conocimiento.

En los estudios de Grado de Turismo, sus estudiantes, deben salir con una formación que les capacite el ejercicio de Turistólogo, para luego ser capaz de decidir su futuro profesional dentro de la Turistología como diseñador o ejecutor del servicio turístico o bien continuar su formación hacia la Turismología, parte académica y científica del Fenómeno Turístico

Tanto la Turismología como la Turistología proporcionan contenido al ámbito académico turístico, en sus diferentes especialidades profesionales, ya que se benefician del conocimiento originado por las diferentes investigaciones y análisis científicos.

El Fenómeno Turístico continua y continuará creando debate sobre la necesidad, o no, de considerarlo como una disciplina científica dentro de las Ciencias Sociales y seguro que todo lo comentado en este artículo es susceptible a ser rebatido o apoyado y puede abrir líneas de investigación, cosa que es deseable, por el bien y evolución del Fenómeno Turístico y de sus usuarios. Desde aquí ánimo, a quien esté en su mano, a que devuelva, al ámbito académico turístico, la importancia que se merece la parte intangible del Fenómeno Turístico.

 

Bibliografía

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-                  Jafari, J. (2005). El turismo como disciplina científica. Política y sociedad, 42(1), 39-56.

-                  Molina, M. E. (2019). Un acercamiento teórico a la significación del turismo desde lo fenomenológico. PASOS Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 17(1), 9-23.

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