Turismología
o Turistología. La ciencia del Turismo.
Introducción
Muchas
ramas de las ciencias humanas y sociales dedican tiempo de sus investigaciones
al conocimiento del turismo, y los estudios del Grado de Turismo se nutren,
académicamente, de estas investigaciones, pero actualmente, el turismo per se,
ya tiene el suficiente conocimiento como para ser autónomo en sus
investigaciones y publicaciones científicas, y utilizar estos resultados en la
ejecución del servicio ofrecido en primera línea. El turismo, como hecho social,
necesita de los estudios e investigaciones para su evolución, y no deben caer, estas
publicaciones, en el olvido tras publicarse en las revistas especializadas, sino
que las investigaciones turísticas deben ser difundidas para el enriquecimiento
de la profesión y posterior aplicación en la ejecución de los servicios.
El
desarrollo del turismo la ha marcado la evolución del usuario turístico, con el
cambio de sus necesidades. Es a partir de este cambio de necesidades y la
importancia adquirida por la sociedad, que otras disciplinas han ido tomando
interés por especializarse, y en muchos casos han añadido una especialización
dentro de sus propias disciplinas académicas.
Esto
nos lleva a que la persona que realiza los estudios de Grado de Turismo ya no
es sólo un técnico, obviamente, si no alguien que comprende el significa del
turismo y que tiene las herramientas necesarias para profesionalizarse, tanto como
científico, diseñador o ejecutor del servicio ofrecido en el destino
Estudios
e investigaciones turísticas.
Más
allá del debate sobre si el Turismo como carrera universitaria es ciencia,
disciplina, difusión del conocimiento, análisis, identidad, categoría
académica, y todo aquello que le queramos colgar junto a la palabra “turística”,
hemos de tener en cuenta que el objetivo principal, de todo lo que envuelva al
turismo, debe ser la satisfacción del huésped, comensal o visitante al poder
disfrutar de su tiempo de ocio o del viaje de negocios tal y como se lo había
imaginado.
Entiendo
que la parte académica del turismo, aquella que formarán a futuros
profesionales e investigadores turísticos, quieran dar prestigio y valor a los
estudios y conocimientos propios del turismo, y donde otras áreas del
conocimiento de diferentes ciencias han hallado un lugar para sus
investigaciones. De hecho, los mayores investigadores y teóricos sobre el
turismo están relacionados con alguna de las Ciencias Sociales (Geografía, Historia,
Económica, Derecho, Sociología, Psicología, Políticas, Antropología etc.), pero
también están involucrados estudiosos de las Ciencias Naturales (Físicas,
Químicas, biológicas, etc. en temas más medioambiental, sostenible o de
consumos de productos necesarios para el ocio) o también en la Ciencias
Formales (estadística, matemáticas).
El
turismo, y más concretamente el destino turístico, junto con todos sus
servicios, es un gran laboratorio social donde, casi todas las ramas de las
diferentes disciplinas científicas se alimentan para crear conocimiento desde
su propio punto de vista. De hecho, todas las ciencias tienen como objetivo, en
sus investigaciones, crear conocimiento para ayudar a que el Ser Humano tenga
una vida mejor, por lo que las necesidades de este Ser Humano son tenidas en
cuenta en muchas de las investigaciones publicadas diariamente en revistas
especializadas.
De
todas maneras, la vinculación de estas investigaciones con el turismo no es
directa, pero son capaces de crear, involuntariamente, la necesidad del Ser
Humano para adquirir conocimiento o simplemente curiosidad, y esto provoca el desplazamiento
al lugar donde podrá satisfacer dicha necesidad, convirtiéndose en usuario turístico.
Desde unas ruinas milenarias, hasta la creación de un parque natural, la bebida
o comida con nuevas técnicas, un edificio emblemático, una cueva prehistórica,
la puesta de huevos de una tortuga, unas ferias medievales, la construcción de
la atracción más alta o vertiginosa del lugar, los restos de un parque de
atracciones abandonado, o un accidente o una guerra… etc. Todas ellas están vinculadas
a estudios realizados por diferentes disciplinas científicas y que, en algunos
casos, su objetivo no es promover este desplazamiento de visitantes, sino un
objetivo más directo a sus hipótesis de trabajo de investigación.
Pero
el turismo de primera línea, aquel que disfruta el usuario turístico, debe
evolucionar a la misma velocidad que evolucionan las necesidades de este
usuario turístico, y esta evolución es muy rápida, por lo que la difusión de los
resultados de las investigaciones llega tarde a la industria turística. Todas
estas investigaciones y creación de conocimiento deberían pasar de la etapa
científica a la académica y de la académica a la industria de servicio turístico
lo más rápidamente posible. También es verdad que es necesaria la publicación
de estas investigaciones en revistas especializadas, como filtro para que los
estudios e investigaciones tengan cierta calidad, seriedad y credibilidad.
Aunque esto ralentice la puesta en práctica de los resultados obtenidos.
Turismología,
la ciencia turística como disciplina de las Ciencias Sociales
No
hemos de olvidar, y de hecho habríamos de partir de esta base, que el turismo
es una industria de servicio, que tiene su existencia en la relación de dos
personas, una buscando satisfacer sus necesidades y otra intentando satisfacer
dichas necesidades. El turismo está basado en la relación y comunicación de
personas para personas
Antes
de entrar en detalle veamos algunas definiciones para clarificar los términos
Turismología, Turismólogo:
-
La RAE (Real
Academia Española de la Lengua), todavía no tiene un vocablo que defina a la
persona que dedica sus estudios o profesión al turismo. Tiene una en el
“observatorio de palabras” que está generando dudas, y está pendiente de
añadir, o no, al diccionario. Es la palabra Turismólogo/a y Turitólogo/a y se
refiera a las dos como, “voz de creación reciente que se emplea en referencia a
quienes estudian a los turistas o al turismo como fenómeno en toda su amplitud”.
Revisando la literatura publicada de
diferentes definiciones sobre estos dos conceptos, podemos concretar que:
La Turismología pertenece a la ciencia social dedicada al
estudio del turismo desde el punto holístico de su composición, que comprende
su parte social, económica y espacial
o
Turismólogo es el experto turístico que ejerce, dentro
del ámbito académico, como investigador y difusor de conocimiento en todos o
parte de los aspectos relacionados al turismo (social, económico y espacial)
En
los años 60 del siglo XX, el geógrafo yugoslavo Zivadin Jovicic empezó a
preguntarse si las ciencias existentes eran capaces de comprender la magnitud
del fenómeno turístico y focalizar todas sus dimensiones en una sola, ya que
cada una de ellas (economía, geografía, sociología, etc.) era sólo una parte de
esta magnitud. Él fue quien utilizó la Turismología como aglutinadora de los
diferentes conocimientos sobre turismo, convirtiéndola en ciencia.
A
partir de aquí se abre un sinfín de literatura, opiniones, debates, etc. sobre
la conveniencia o no, de declarar al Turismo como ciencia, disciplina o rama de
conocimiento. Estudiosos como Jean-Michel Hoerner (2000) en su obra "Traité
de Tourismologie” que en 2005 amplió con su artículo « Encore un pas vers
la Turismologie », o como la Dra. Margarita Barretto (2000) en su artículo
“ En pro de las Ciencias Sociales aplicadas al Turismo”, o Jafar Jafari (2005)
en su artículo “El turismo como disciplina Científica”, o María Ángeles
Oviedo-Garcia (2016) con su artículo “Calidad de la Investigación Turística:
revisión y evaluación de la interdisciplinariedad”, y otros muchos, han
debatido y se continuará debatiendo sobre esta conveniencia de subir el Turismo
como materia académica a los altares de las ciencias.
Jafar
Jafari (2005) tiene claro que “el turismo está llamado a asumir un papel
realmente interdisciplinar en el mundo académico, y el desarrollo de sus
propias teorías y métodos serán tomadas por las mismas disciplinas que, con
anterioridad, contribuyeron a la creación de sus bases científicas”. Por otro lado, la Dra. Margarita Barretto diferencia
el “Fenómeno Turístico” y el “Estudio del Fenómeno”. Coles (2005), por su
parte, diferencia entre Turismo en mayúscula como el área de investigación
académica, y el turismo en minúscula como el objeto de estudio.
La
Turismología o Ciencia del Turismo debe crear conocimiento y debe elaborar sus
propias teorías y metodologías, convirtiéndose en una disciplina científica
transversal, donde el conocimiento sea compartido por todas las disciplinas
científicas que se sientan involucradas en el estudio del Fenómeno Turístico.
El Fenómeno Turístico es tan complicado, cambiante y heterogéneo que para la
creación de conocimiento es necesaria la intervención aglutinadora del
Turismólogo (en su parte académica) y el Tursitólogo (en su parte más práctica)
que justifica este conocimiento turístico como disciplina científica. Su visión,
la del Turismólogo, está abierta a todos los aspectos del Fenómeno Turístico,
de manera holística, y no sólo focalizada en un solo aspecto. La valoración o
utilidad de un trabajo o artículo científico puede
ser muy diverso, dependiendo del interés del científico que lo interprete. Por lo que podemos entender que la Turismología
no es una ciencia exacta debido:
-
Primero, a la
heterogeneidad de su composición.
-
Segundo, en su
parte científica, por las diferentes disciplinas que pueden aportar
conocimiento e interpretaciones.
-
Tercero, por su
parte más popular, por la diversidad de usuarios que consumen la diversidad de
servicios ofrecidos.
Ante
estas tres premisas, se podría decir que estoy más cerca de Barretto (2000) en
su discurso de que el turismo es algo concerniente a las Ciencias Sociales,
sobre todo en la parte de conducta humana, tanto desde el punto del huésped,
comensal o visitante como del prestador del servicio demandado. Las ciencias sociales permitirán, a las diferentes
disciplinas, tener en cuenta las necesidades del consumidor turístico y
fortalecerán las investigaciones científicas (Jafari, 2005) como herramientas
de mejora de la industria turística.
También
es cierto que la creación de disciplinas científicas implica poner fronteras
entre la relación de diferentes maneras de estudiar el Fenómeno Turístico /
Turismo y la transversalidad del conocimiento entre diferentes disciplinas o
ciencias. Existe conocimiento más allá de la propia disciplina. Algunos autores
como Coles (2005) o Toulmin (2001) ven como problemática la construcción de
disciplinas, ya que pone fronteras a la transversalidad de conocimiento de los
trabajos académicos. Por lo que, tal como dice Oviedo-García (2016), es
importante conectar a diferentes investigadores de diferentes disciplinas entre
sí para que la investigación turística evolucione hacia lo interdisciplinar,
como un trabajo de colaboración.
No
estoy en contra de que estudiosos de otras disciplinas den su opinión sobre la
ejecución de los servicios en la industria del servicio turístico, siempre y
cuando entiendan que su punto de vista es una parte de un todo que forma la
industria del servicio turístico y que el objetivo principal del turismo es la
satisfacción del huésped, comensal o visitante.
Hay
que reconocer, también, que la turismología como ciencia o disciplina
científica, otorgan prestigio al conocimiento turístico, no sólo en la parte
académica del turismo, sino también en la parte más profesional del servicio
turístico, desde al asesor turístico, pasando por la parte gerencial y descendiendo
por todo el organigrama hasta llegar a sus bases, que son los que ejecutan el
servicio y consiguen la satisfacción del huésped, comensal o visitante. Estas
bases, que en muchas ocasiones son olvidadas como parte importante del servicio
ejecutado por la industria turística.
La
Turistología: de la disciplina científica a la ejecución del servicio turístico.
El
turismo nació sin apenas saber que se creaba. Alguien descubrió un entorno o
atractivo y vio que valía la pena viajar para verlo. La necesidad de aventura,
o sencillamente el descanso, fue lo que siempre ha movido al Ser Humano a
viajar. Por lo que podríamos decir que, el Turismo es el resultado de
satisfacer la necesidad de las personas por conocer o experimentar situaciones
que no son habituales en su día a día y que les ayuda desconectar.
Esta
necesidad básica se ha ido completando con otras necesidades más específicas
que han provocado la aparición de nuevos servicios, más especializados, para
poder satisfacerlas, y que sus características principales están vinculadas al
binomio del servicio de personas para personas (alojamientos, restaurantes,
ocio, actividades, etc.).
El
turismo se ha convertido en una industria muy compleja pero los principales
actores continúan siendo el huésped, el comensal, el visitante y el destino
como ejecutor de los diferentes servicios ofrecidos. La Turistología es quien,
como un paraguas científico, aglutina y filtra las investigaciones realizadas, ahondando
y profesionalizando dichas investigaciones hacia la mejora y entendimiento del
Fenómeno Turístico. Vemos un par de definiciones:
-
La Turistología. Estudia a los usuarios turísticos
(Visitantes, huéspedes y Comensales) en sus desplazamientos, motivaciones,
espacios, necesidades, comportamientos, etc.
o
Turistólogo. Es el experto turístico que estudia, analiza
e investiga al usuario turístico en todas sus acciones, necesidades,
motivaciones y movimientos que realiza durante sus desplazamientos, tanto por
ocio como por trabajo. Sus trabajos son rápidamente puestos a la práctica
dentro de la industria turística siendo sinónimo de “Experto turístico en …”
(Usuarios turísticos, Hostelería, Gastronomía, Destinación, etc.) pero siempre
enfocado a la satisfacción final del usuario turístico por medio de los
servicios turísticos que se le ofrecen.
Entonces
podemos decir que la Turismología es la ciencia del conocimiento turístico y la
Turistología es la práctica del conocimiento turístico, pero el tursitólogo, junto con la industria y
el usuario turísticos deben provocar este conocimiento
Comentar,
como dato adicional, que David Rendón (2013) escribió y definió sobre la
Excursiología que: “es la rama de la turismología que estudia al visitante
de día o excursionista (menos de 24 horas), sus distintas acciones de
motivación, traslado y uso del espacio turístico”. A mi parecer, la Turistología
ya da cabida al tema del visitante de un día, ya que muchos de los estudios y
análisis son transversales entre Huésped, comensal y visitante.
El
turistólogo deben permanecer atento a los cambios que suceden dentro del
consumo turístico ya que, en algunas ocasiones, el cambio se realiza en
cuestión de pocos meses, provocando una obsolescencia del servicio ofrecido. El
tursitólogo debe tener la agilidad de adaptar la teórica creada por el
turismólogo a la práctica diaria de la industria turística y adaptarla a la
nueva realidad turística, interpretando dicha realidad. Es el experto que
conceptualiza el saber científico, académico y popular en una herramienta útil
para ser utilizada en primera línea de la industria del turismo.
Esta
aportación de conocimiento permite, al turistólogo, elaborar sus propios
estudios e investigaciones, convirtiendo el Turismo en una ciencia
interdisciplinar, aportando nuevos conocimientos científicos y prácticos a la
industria turística para la mejora de los servicios ofrecidos y la satisfacción
de sus consumidores. Por lo que, el turistólogo, tiene (o debería tener) una
visión más práctica del turismo y, en particular, del servicio de primera línea.
Por
desgracia, estas aportaciones de los turismólogos y turistólogos nutren más a
lo científico y académico que a lo práctico e inmediato, como dice Jafari
(2005) “a la industria turística le cuesta utilizar los estudios e
investigaciones para la mejora de sus servicios” y es verdad, la industria
turística está demostrando más interés por la parte económica de subsistencia,
que por la parte holística del turismo (necesidades, experiencias,
profesionalidad, etc.). Y esto es debido a la liberación o relajación de las
exigencias profesionales en todos los ámbitos de servicios turísticos, y
también en la formación académica de los futuros profesionales en Turismo,
tanto en su parte gerencial como en su parte de primera línea del servicio
ofrecido y ejecutado, donde se prima la economía a lo propiamente del fenómeno Turístico.
La
formación académica de los nuevos turistólogos, expertos en destinos y empresas
turísticas, debería fomentar el uso de trabajos turísticos-científicos para la
mejora continua de sus servicios. La turismología debería proporcionar estos
estudios, en su parte más práctica, a estos futuros turistólogos para ayudarles
en su formación y reciclaje y para la mejora de los servicios que ofrecen.
Siguiendo
a Mendoza, Rendón y Linzán (2019), en su artículo “El turismo como objeto de
estudio y campo de actuación profesional: Un tema de identidad” el
turistólogo deben tener en cuenta que el turismo está constituido en cinco
niveles de análisis y aproximación: El Hecho, la Actividad, el Proceso, el Sistema
y el Fenómeno. Estos cinco niveles involucran a toda actividad o servicio
turístico, y no turístico, de un destino. Estas autoras definen cada uno de
estos niveles como:
-
Hecho: La
existencia u ocurrencia de algo, que se puede verificar mediante medición y
comprobación empírica.
-
Actividad: Es la
capacidad de obrar o de producir un efecto, con aquellas acciones u actuaciones
que desarrolla un ente de manera habitual y/o cotidiana en la producción o
consumo de las actividades del turismo
-
Proceso: Es aquel
efecto que empieza cuando ciertos individuos debidamente motivados se interesan
por conocer y visitar unos atractivos, naturales y/o culturales, fuera de su lugar
de residencia habitual.
-
Sistema: Es el
conjunto de elementos relacionados entre sí, cuya finalidad es alcanzar un
objetivo determinado previamente.
-
Fenómeno: Es la generación
de una serie de fuerzas, tensiones, tendencias, encuentros y desencuentros que
inciden dentro de ámbitos políticos, económicos, sociales, culturales y
ambientales, configurando el Fenómeno Turístico.
La relación existente entre la turistología con la
industria turística debe ser de colaboración, ya que el destino turístico, que
es su laboratorio, permite estudios y prácticas in situ, buscando resultados,
casi inmediatos, a cambios en las necesidades de los usuarios. Lo científico no
tiene sentido sino se lleva a la práctica y ésta debe ser la función del
turistólogo, además de la investigación y análisis de la realidad concreta de
la que nos hablaban las autoras Mendoza, Rendón y Linzán (2019).
La innovación y
posterior gestión en el ámbito turístico son reacciones a las necesidades
provocadas por los usuarios turísticos.
La Turistólogo o el
arte de ser experto en turismo.
Pero ¿en qué momento se convierte una disciplina
científica en arte? Quizás, denominar arte a la ejecución de un servicio
turístico basado en estudios científicos cuyo objetivo principal es satisfacer
y contentar a los huéspedes, comensales y visitantes es un poco pretencioso.
Con el añadido de que dicho servicio no corresponde a la entrega de ningún
producto tangible, sino el disfrute de algo intangible y que sólo da derecho a
llevarse el recuerdo de haberlo experimentado y que sólo quedará la experiencia
vivida.
Arte es el capacidad y habilidad para hacer algo,
utilizando un conjunto de preceptos y reglas que son necesarios para hacerlo
correctamente. Esta definición de la RAE deja claro que la ejecución de un
servicio turístico está rozando el arte, ya que todos los servicios turísticos
tienen sus reglas, sus protocolos y sus normas. El servicio de mesa, la
elaboración de un plato, hacer una cama o limpiar un baño, abrir una botella de
vino, atender a un huésped, informar a un visitante…, todos tienen sus procedimientos
de realizar el trabajo. Saltarse las reglas, los protocolos y las normas dará
como resultado un servicio mediocre y poco profesional, incapaz de conseguir el
objetivo principal que es la satisfacción del huésped, comensal o visitante.
La principal habilidad de un turistólogo y de los
profesionales que le rodean es comprender que el turismo no está compuesto por números,
sino que son personas que eligen un destino o una empresa turística en concreto
para realizar su sueño y nosotros somos los encargados de convertir el sueño en
realidad. Para alguien que no tenga vocación de turistólogo, esta afirmación, le
puede parecer muy empalagosa o fuera de lugar o de otras épocas, pero la
gestión de las necesidades del usuario turístico, la gestión de la hospitalidad
o el culto al huésped, lo que en japones llaman Omotenashi, es la principal
habilidad de un turistólogo y de todos sus profesionales turísticos.
Entonces, el turistólogo debe tener la seguridad de
que las personas que ejecutaran los servicios que ha diseñado (fruto de sus estudios,
investigaciones y análisis), deben ser verdaderos profesionales, capaces de
seguir los procedimientos del servicio y ejecutar el servicio con el objetivo de
satisfacer el visitante, huésped o comensal en tiempo real.
La formación académica del turistólogo debe abarcar el
conocimiento y la comprensión de las partes intangibles del Fenómeno Turismo,
que no son otras que la empatía o el trato con los usuarios turísticos, la
fiabilidad del servicio o tener claro qué se hace y cómo se hace (ofrecer)
y qué recibe y cómo recibe el servicio (ejecutar), y la profesionalidad
compuesta por la responsabilidad, moralidad y ética tanto de los gestores como
de los ejecutores del servicio. Una vez adquirido el conocimiento turístico, la
comprensión del turismo y los servicios ofrecidos por las empresas, podrá
empezar la formación en las demás herramientas necesarias para la gestión y
difusión del Turismo (contabilidad, economía, marketing, TIC, etc.) que
ayudarán a que esta relación entre el turistólogo y el usuario turístico sea
más fluida. De nada sirve ser un gran contable, un gran vendedor, un gran
programador informático, un gran investigador, sino se entiende bien el
concepto de Omotenashi o el servicio de “personas para personas”.
Un turistólogo como experto en las ciencias turísticas
y en las habilidades necesarias para su gestión y difusión, debe tener el foco
de sus acciones, tanto investigadoras como ejecutoras del servicio, a los usuarios
turísticos, ya que si no es capaz de satisfacerlos no tiene sentido su
aportación a la industria turística.
La turistología es una disciplina científica con un
intenso contacto con sus usuarios, y este contacto de “personas para personas”
obliga a que todo el servicio diseñado se realice correctamente a la primera,
no existen segundas oportunidades. Esta disciplina científica, aun no siendo
una ciencia exacta, no puede permitir que sus resultados no sean los esperados.
No puede basarse en el concepto del método prueba-error, no hay margen para
ello, ya que ello comportaría que un huésped, comensal o visitante hubiera perdido
su oportunidad única de convertir su sueño en realidad.
Sus estudios y análisis han de aportar conclusiones y
resultados a su especialidad turística y siempre localizadas en el contexto de
las diferentes etapas del viaje y necesidades del usuario. Para ello debe saber
utilizar y dominar tres tipos de herramientas: las científicas de análisis, la
de experto de gestión y las profesionales de ejecución. El turistólogo no debe
dedicarse solamente a la venta y distribución del servicio turístico, sino que
ha de convertirse en un “Creador de Interés Turístico” que sea capaz de posicionarlo
en el mercado adecuado, en el momento adecuado y al precio adecuado. El interés
turístico es la acción, la venta y la distribución es la herramienta utilizada para
dar a conocer la acción. La creación de interés turístico consiste en crear contenido
interesante para la futura experiencia del usuario y debe saber comunicar todos
los servicios que forman parte de este contenido. Pero la creación de interés
turístico no se consigue sin el conocimiento y comprensión del Fenómeno
Turístico, adaptándolo al destino o a la empresa turística en el que se está
trabajando, sobre todo en la parte intangible de este Fenómeno Turístico.
Al turistólogo se le plantean dos dudas en el momento
de crear un interés turístico. ¿En qué tiene que pensar primero, en el usuario
turístico que está en el mercado o en el potencial de los servicios ejecutados en
el destino? Captar al usuario turístico, adaptando el destino turístico sólo a
las necesidades del usuario, significa basar gran parte del interés turístico en
el precio, lo que denota una falta de otro motivador turístico que puede
provocar el desplazamiento del huésped, comensal o visitante. Por el contrario,
el turistólogo debe saber encontrar el potencial del destino y poner en valor
la capacidad de ejecución de los diferentes servicios ofrecidos, uniéndolos en
un solo interés turístico y, a su vez, saber colocarlo en el mercado adecuado y
especializado en busca del usuario que conozca, valore y entienda el servicio que
se le ofrece. Sin olvidar que el precio es una de las muchas variables que
motivan el movimiento turístico.
Conclusiones
El Turismo es un Fenómeno que se ha creado, involuntariamente,
gracias a las necesidades de los visitantes, huéspedes y comensales al visitar
el destino elegido y a la consumición de los diferentes servicios ofrecidos. Este
desplazamiento ha surgido por el interés turístico sobre el atractivo turístico
y los servicios ofrecidos en todas las etapas del viaje.
Esta necesidad de desplazamiento en momentos de ocio o
trabajo, por parte del usuario turístico, forman parte del Fenómeno Turístico. El
usuario turístico junto con el atractivo turístico son la columna en la que se
sustenta el Turismo. A partir de aquí la Turistología estudia y analiza todos
los servicios ofrecidos en diferentes etapas del viaje en que interviene el
usuario turístico y sus necesidades. Llegado este momento, el turistólogo se
convertirse en un “experto de un servicio en concreto” al especializarse en una
de estas etapas y profundizar en uno o varios de los servicios ofrecidos por el
destino. El turistólogo crea el interés turístico por un destino teniendo como
base el servicio ofrecido por el destino y las necesidades actuales del usuario
turístico.
Por otro lado, la Turismología es la parte
científica/académica, que analiza y teoriza sobre todos los aspectos del
Fenómeno Turístico. Podemos decir que el turismólogo es el turistólogo que se
ha especializado en la investigación del Fenómeno Turístico en todas sus
facetas. Sus investigaciones nutren a la parte académica del Turismo.
Todos
los cambios dentro del Fenómeno Turístico, sus investigaciones, sus innovaciones
y posterior gestión en el ámbito turístico, son causados por reacciones a las
necesidades provocadas por los usuarios turísticos (huéspedes, comensales o
visitantes). Por lo que podemos afirmar que el Turismo puede ser considerada
una disciplina de las Ciencias Sociales y la Turismología es la ciencia del
conocimiento turístico y la Turistología es la práctica del conocimiento
turístico, pero el tursitólogo, junto con el usuario turístico y los servicios
ofrecidos debe provocar este conocimiento.
En
los estudios de Grado de Turismo, sus estudiantes, deben salir con una
formación que les capacite el ejercicio de Turistólogo, para luego ser capaz de
decidir su futuro profesional dentro de la Turistología como diseñador o
ejecutor del servicio turístico o bien continuar su formación hacia la
Turismología, parte académica y científica del Fenómeno Turístico
Tanto
la Turismología como la Turistología proporcionan contenido al ámbito académico
turístico, en sus diferentes especialidades profesionales, ya que se benefician
del conocimiento originado por las diferentes investigaciones y análisis
científicos.
El Fenómeno Turístico continua y continuará
creando debate sobre la necesidad, o no, de considerarlo como una disciplina
científica dentro de las Ciencias Sociales y seguro que todo lo comentado en
este artículo es susceptible a ser rebatido o apoyado y puede abrir líneas de
investigación, cosa que es deseable, por el bien y evolución del Fenómeno
Turístico y de sus usuarios. Desde aquí ánimo, a quien esté en su mano, a que
devuelva, al ámbito académico turístico, la importancia que se merece la parte
intangible del Fenómeno Turístico.
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