Publicado el 11 de noviembre de 2019
Desde principio del siglo XXI, el turismo ha evolucionado muy rápidamente hacia conceptos, actitudes, comportamientos, modelos, tecnologías, etc. completamente nuevos, difíciles de digerir tanto por los servicios turísticos ofrecidos en los destinos como por los usuarios de estos servicios turísticos. Muchos son los estudios que reflejan esta rápida transformación y la dificultad que tienen los gestores turísticos para ir a la par de la demanda del usuario turístico (visitante, huésped o comensal).
Los usuarios turísticos (visitante, huésped o comensal) siempre buscan destinos vacacionales diferentes, o novedades en destinos ya conocidos que les satisfaga (Sahin y Guzel, 2018; Toyama y Yamada, 2012). Por lo cual, los gestores de servicios y de destinos turísticas deben saber comunicar la naturaleza novedosa de su destino (Bello y Etzel,1995). La novedad en las experiencias ha de formar parte de las estrategias de márquetin (Sahin y Guzel, 2018), ya que formará parte de su ventaja competitiva (Toyama y Yamada, 2012) frente a otras destinaciones.
Según la RAE (Real Academia de la Lengua) la palabra novedad significa que: “tiene la calidad de nuevo, un cambio producido en algo e introduce un cambio en la práctica común”.
Entonces un objetivo (acontecimiento) puntual conseguido no es una novedad turística, ya que forma parte del trabajo realizado sobre una acción cambiante en la estrategia turística, y que fue novedad en su día.
Pero la novedad turística, muchas veces, es usada como término que define la consecución de estos objetivos puntuales que son resultado de una novedad anterior. Algunos políticos o gestores turísticos, al ser preguntados por las novedades turísticas que ofrece u ofrecerá su destinación, se limitan a relatar los objetivos puntuales conseguidos. La búsqueda de una salida a una pregunta incomoda les delata en su torpeza conceptual del término.
No es mi interés hablar de quién, cómo y en qué lugar se dijo, pero sí aclarar a qué debemos referirnos cuando hablamos de novedad turística, ya que de otro modo podemos confundir a las personas a las que nos dirigimos.
Los visitante, huéspedes y comensales buscan, en las novedades turísticas, la satisfacción de las cuatro dimensiones, dentro de su destinación vacacional preferida, ya que forman parte de su estímulo en el momento de la toma de decisión vacacional (Jenkins 1969; Lee y Crompton, 1992; Toyama y Yamada, 2012; Sahin y Guzel, 2018). La novedad turística es una nueva experiencia dentro de la destinación ya conocida (Crompton 1979).
La novedad es uno de los indicadores para que un visitantes, huésped o comensal vuelva a visitar la destinación, a lo que Toyama y Yamada (2012) llama la “lealtad de destino” y pueden definirse como la intención de los usuarios turísticos de volver a visitar y recomendar el destino a otros usuarios turísticos (Yoon y Uysal, 2005).
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